En el intercambio cultural, las jóvenes artistas realizaron actividades como conciertos y clases magistrales de guitarra portuguesa en el Museo de la Música, el Conservatorio de Música de Lisboa y La Casa de la Música de Porto. También tuvieron contacto directo con el Fado, género musical representativo de la cultura de ese país y en el cual el canto está generalmente acompañado por una guitarra portuguesa.